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Analizamos qué dice la normativa sobre las reparaciones de averías en un piso de alquiler

Son muchas las averías que nos podemos encontrar en una vivienda, pero cuando se trata de un piso de alquiler, ¿quién debe hacerse cargo: inquilino o propietario? 

Responsabilidades claras en averías de pisos de alquiler: ¿Quién paga qué?

La relación entre caseros e inquilinos implica entender las diferencias en derechos y obligaciones, especialmente cuando se trata de reparaciones. La Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece pautas claras, pero la determinación de quién asume los costes depende del tipo de avería y las circunstancias.

Según el capítulo IV de la LAU, el artículo 21 especifica las normas sobre la conservación de la vivienda. El arrendador tiene la obligación de realizar reparaciones necesarias para mantener la habitabilidad, a menos que el deterioro sea responsabilidad del arrendatario según el Código Civil.

El propietario es responsable de mantener la vivienda habitable, según el artículo 1554.2 del Código Civil, a menos que el inquilino haya causado el deterioro por un mal uso.

Por otro lado, el artículo 28 de la LAU establece que el inquilino debe hacerse cargo de las pequeñas reparaciones derivadas del uso ordinario de la vivienda.

Además, el inquilino es responsable de reparar las averías causadas por un mal uso de los elementos de la vivienda. Las «pequeñas averías», definidas como aquellas inferiores a 150 euros, son su responsabilidad, mientras que las de mayor cuantía recaen en el propietario, a menos que sean resultado de un mal uso.

¿Cuáles son las responsabilidades del inquilino en caso de desperfectos?

El inquilino asume la responsabilidad de reparar los pequeños desperfectos derivados del uso diario de la vivienda y aquellos causados por un mal manejo de las instalaciones.

Por ejemplo, cambiar una bombilla fundida o reparar los agujeros en la pared para colgar decoraciones son tareas que corresponden al inquilino. Igualmente, debe encargarse de reparar o reemplazar el mobiliario dañado debido al uso regular.

Si las paredes se han pintado de un color diferente o se han ensuciado, el inquilino debe devolverlas en su estado original. Además, es responsable de remediar cualquier daño causado por un mal uso, como humedad en el baño por falta de ventilación o el reemplazo de la lavadora por sobrecarga eléctrica.

¿Qué responsabilidades tiene el propietario?

El propietario debe encargarse de reparar los daños estructurales o aquellos causados por el desgaste natural de los elementos. Por ejemplo, si la lavadora se avería por el paso del tiempo o cualquier electrodoméstico incluido en el alquiler falla, es responsabilidad del propietario.

Asimismo, debe solucionar problemas como humedades debido a un aislamiento deficiente o tuberías viejas. También es responsable de reparar instalaciones eléctricas y de agua antiguas que puedan causar problemas como cortocircuitos o humedades.

La reparación de la caldera, vital para la habitabilidad, y la reposición de ventanas rotas también son responsabilidad del propietario, a menos que la rotura sea resultado del mal uso del inquilino.

Finques Rubio. Especialistas en alquiler de inmuebles en Santa Coloma de Gramenet y Badalona

¿Qué sucede si no queda claro quién se debe hacer cargo de la reparación?

En algunas ocasiones, el propietario o inquilino no se ponen de acuerdo en saber quién es el responsable de los daños o reparaciones. Nuestro consejo es dialogar y que ambas partes lleguen a un acuerdo sobre quién debe asumir ese gasto. El inquilino nunca debe dejar de pagar la renta, ya que el propietario puede demandarle por impago.

Es muy importante dejar bien claro en el contrato de alquiler quién se debe hacer cargo de cada mantenimiento, así como dejar claro en un inventario sobre el estado de los electrodomésticos y muebles que hay en el inmueble. De esta forma podrás evitar conflictos y malentendidos entre ambas partes.

En resumen, las responsabilidades en las reparaciones de las averías en un piso de alquiler varían según la naturaleza y causa. Es crucial que ambas partes conozcan sus obligaciones para evitar conflictos futuros.